No me lo puedo creer! Hace ya un mes que no me paso por aquí! La verdad es que han sido unas Navidades geniales. Un tiempo horrible pero que compensamos con creces con planes familiares. Al terminar las vacaciones, mi marido le preguntó a Antón, nuestro hijo mayor, qué había sido lo mejor de las Navidades. La respuesta esperada era los regalos de Reyes, pero no. Su respuesta fue cualquier plan que hacemos los cuatro juntos. Y ése, para mí, sí que es una regalo de Reyes!!
La verdad es que, entre cenas familiares, trabajo, encuentros con amigos y calceta, mucha calceta, los días se me han pasado volando. Y yo, la gran amiga de las listas, no puedo empezar el año bloguero sin mi lista de propósitos.
Siempre hago listas muy largas, pero este año he decidido que lo bueno, si breve, dos veces bueno. Así que mis propósitos se resumen en tres:
- Mis chicos, mi familia, mi CHICO.
Es evidente. Son lo más importante. Me atrevería a decir lo único. Yo, que nunca he sido especialmente "neneira", que durante muchos años decía que no quería ni oir hablar de hijos, me he transformado. Desde que soy mamá soy otra persona. Todo gira a su alrededor. Disfruto cada minuto que paso con ellos y, afortunadamente por mi trabajo, son muchos.
Además, el año 2013 nos regaló un cambio importante y genial en nuestras vidas. Mi marido pasó de trabajar a 40 km de casa durante muchísimas horas al día, a hacerse autónomo y trabajar ¡desde casa!. y éso, aunque tiene sus problemas, ha supuesto que volvemos a comer juntos todos los días, que está en casa cuando se levantan los niños, que puede ir a recogerlos al cole, vamos, que disfrutamos en familia muchísimo más.