Odio el fútbol

Pues sí, odio el fútbol. Sé que no soy nada original pero, creedme, odiar el fútbol como yo y vivir en una casa con tres hombres, es un horror. Y ahora, en pleno Mundial, pues os lo podéis imaginar.

Lo único que me gusta del fútbol es que, cuando el partido es lo suficientemente importante, los servicios de urgencias de los hospitales se vacían y eso, cuando trabajas en uno de ellos, mola un montón.



En casa cada uno de mis hijos lo vive a su manera. Antón es el de la estadística. Si quieres saber quién ganó el mundial en el 68, pregúntaselo a él. Si te interesa qué selección está en cada grupo, sin problema. Se levanta por las mañanas y  lo primero que hace es enterarse de los resultados de los partidos de la noche anterior para anotarlos en su álbum del Mundial.

Por supuesto, adora la aplicación para Ipad que se instaló su padre para poder consultar todos los goles, resultados, partidos...datos, lo que más le gusta a él.

Anxo, por el contrario, es el táctico. Le encanta ver los partidos pero, cada cierto tiempo, tiene que dejarlos para irse a su cuarto a practicar las jugadas que acaba de ver en la tele. Como lo oís. Es más, cuando terminan los partidos, se quita su camiseta para saludar a su hermano e intercambiársela como hacen los jugadores de verdad. Le encanta hacer el payaso e imitar todos los gestitos que hacen los futbolistas y si son de Ronaldo, mejor. Y su madre encantada, claro (Grrrr).

A veces, en lugar de irse a jugar, lo que hace es practicar las jugadas con su futbolín de Playmobil. Fue un regalo sorpresa de los Reyes Magos y, desde luego, no pudieron acertar más. Como podéis ver, como el juego trae pocos jugadores, él los completa con unos Gormitti. Los coloca en fila fuera del campo antes de saltar al terreno de juego y luego todos alineados mientras escuchan los himnos. Sí, en serio, los coloca y tararea su versión del himno español. La verdad es que te partes de risa.

Pero su madre, que soy yo, no se rinde. ¿Os gusta el fútbol? Está bien, vamos a intentar sacar algo positivo de aquí.

A todos los padres nos insisten en que los niños tienen que leer. Pues estupendo, leamos de fútbol. En su cumple le regalaron un par de libros sobre el tema y la verdad es que tuvieron bastante éxito. Pero el top de los éxitos fue Pupi. Lo vi en una librería y se lo traje a Antón un día que se quedó sin ir al cole porque estaba malito. Lo devoró. Se lo leyó casi de un tirón. Algo bueno que hemos sacado del fútbol!!

Pero yo quería más. El año pasado los abuelos nos regalaron un mapa mundi magnético gigantesco. He de reconocer que lo primero que pensé fue madredelamorhermosonolohabíamásgrande??!! Sin embargo, le hemos sacado un partido increíble. Lo tenemos en el estante de la mesa de centro del salón y yo, que adoro la geografía (rarita que es una) lo saco siempre que puedo.

Y el Mundial es una oportunidad estupenda. Aquí nos enseñan dónde están los países del grupo B, el de España, y Brasil, donde se celebra el Mundial.

Así que, ya veis, no hay mal que por bien no venga, hasta del fútbol sacamos cosas positivas.

Y vosotros, disfrutáis con el fútbol o, por el contrario, lo sufrís como yo? Contádmelo En las nubes...