El café de los viernes

Pues ya estamos otra vez en viernes, así como quien no quiere la cosa van pasando las semanas y ya casi estamos en primavera. Y como es viernes, pues aquí estoy puntual (salvo la semana pasada en que el Lucus Camp me tenía demasiado ocupada...) para invitaros a un café, aunque hoy no es un café, es mi nueva adicción: el chai-latte. Os apuntáis?

Si estuviésemos tomando un café os contaría que, desde hace unas semanas, me he vuelto adicta al chai-latte. La culpable es Lydia, de la tienda Maow que, en una de mis escasas (jaja. Esto es por si lo lee mi marido...) visitas a su tienda me lo recomendó fervientemente. Y, por supuesto, ahí me fui yo a probar el chai-latte. Y, claro, me encantó. Pero tenía un gran defecto para mí. En el sitio donde me recomendó Lydia, utilizan una mezcla que ya incluye azúcar, con lo cual puedes decir que te lo hagan en leche desnatada pero no quitarle el azúcar. No hace falta que os diga cuál podría ser la cara de mi domadora si se entera de que me pongo ciega a chai-lattes...

Así que dejé de tomarlos hasta que hace unos días descubrí Indian Yogi, una mezcla de canela, jengibre, clavo y cardamomo que venden en The Tea Shop. Es exactamente igual que el que ponen en Siboney pero sin azúcar!! Vamos! Que casi tengo que volver ya a por otro paquete...

Si estuviésemos tomando un café os explicaría cómo van mis progresos con la domadora. Ayer tuve cita con ella y, como resumen, os diré que me sonrió y me dio un premio. La semana pasada había perdido menos peso del previsto con ella así que, para compensar, me puso una dieta  en la que, para que os hagáis una idea, lo más apetecible era la sopa de verduras. Pues pese al Lucus Camp, ayer la cosa fue bien. Cuando me dijo que había premio, lo primero que pensé fue: unas chuches. Ese pensamiento duró una milésima de segundos...mi domadora dándome chuches? Ja! El premio de esta semana es poder cenar un día...una lata de sardinillinas!! (quitándoles el aceite, claro, por si alguno se estaba imaginando un delicioso bollo de pan calentito mojado en la salsita de las sardinas...). Así que nada, sigo contando las semanas que faltan para llegar al mantenimiento...

Si estuviésemos tomando un café, o un chai-latte, os contaría que sigo en el gimnasio. Por increíble que os pueda parecer (a mí también me lo parece...) ya llevo tres semanas. Ayer Fran, nuestro profe, nos machacó de lo lindo pero aún así sigo con ganas. La razón, además de que él es un sol, son las amigas con las que comparto estas horas de "suplicio". La verdad es que, por mucho esfuerzo que nos cueste, siempre acabamos con unas risas.  De hecho, mi marido le llama a nuestro grupo de gimnasio Infantilandia (que es una actividad de juegos que hacen en el cole mis hijos a mediodía) porque, según él, también vamos a mediodía a jugar un rato al gimnasio. Desde luego es evidente que no nos vio sufrir hoy...Yo, por si fuera poco, ya empiezo a notarme más ágil y con una energía increíble. Ya sé que no soy de fiar, que soy de las que me siento más delgada en cuanto me entregan el papel de la dieta y más en forma después del primer día de gimnasio, pero chica, eso que gano.

Y otra cosa buena que me ha traído este afán mío por darme a la vida sana es haber podido colaborar con Quintano en su nuevo blog, Dieta sana y ejercicio, Ha sigo un lujazo ser elegida como una de las saludables, comprometidas con un cambio en los hábitos de vida hacia otros más saludables. Mucha suerte Quintano!! (aunque no la necesitas en absoluto, con tu talento tienes bastante).

Bueno, pues hasta aquí el chai-latte de hoy. Yo os dejo hasta la próxima semana. Me voy corriendo a comprarme una lata de sardinillas...

Os espero En las nubes...