Porque me vengo arriba: secretos de belleza

Tú que me conoces bien sabes que soy muy de venirme arriba ante la mínima. Me entusiasmo con cualquier cosa, empiezo poco a poco pero una cosa va llevando a la otra y, cuando me doy cuenta, la he liado. Tú me dices que estaría bien salir a cenar y yo organizo una boda para 200 invitados. Pero esto no funciona sólo con los saraos sino que lo extiendo a todos los ámbitos. ¿Recuerdas cuándo te contaba que acabé dando lecciones de estilo en Punto Mom?. Pues eso: venirse arriba.

Así que he decidido crear una nueva sección donde voy a contarte todas esas cosas que me son ajenas, todo aquello de lo que no entiendo ni papa pero en lo que me apetece darte mi visión. Y hoy empiezo con mis secretos de belleza. Yaaaa, ya lo sé. Recuerda: me vengo arriba.

Soy más bien tirando a desastre en cuanto a rutinas de belleza. Vamos, que lo de rutina se me queda grande. Empiezo bien, motivada, pero a la semana ya me da una pereza terrible lo de las cremas. Además, como la mayoría del género humano, casi nunca tengo demasiado tiempo así que sólo acabo manteniendo aquellas cosas rápidas y fáciles. Y de eso va este post.

Habrás visto en la foto anterior que la selección de productos es heterogénea y sus precios también. Algunos son de supermercado, otros de perfumería, incluso uno de salón de belleza (te advertí al principio que esto iba de venirse arriba...), pero todos, todos los uso a diario (bueno decir a diario en el caso de mis rutinas de belleza es decir mucho...). Así que ha llegado el momento de hacer las presentaciones.

                                                                                                                                                       

Este líquido lila me acompaña desde hace 20 años así que se ha ganado el primer lugar. Es la única herencia que me ha quedado de mi etapa de amante de los potingues. Porque yo también he tenido 20 años y me encantaba probar maquillajes, cremas y todo lo que se vendiera en una perfumería. Esta loción que es un poquito exfoliante forma parte del Sistema de 3 pasos de Clinique. Jabón, loción y crema para tener la piel como el culito de un bebé. Yo he simplificado el sistema y ahora no tiene un número determinado de pasos, dicho número depende de mis ganas y tiempo libre. En resumen, sólo lo utilizo cuando me maquillo o me pongo crema con color. Pero de verdad que te lo recomiendo. Tiene un poco de mentol y es muy dresquito y te deja la piel con un sensación de limpieza genial.

Esta espuma limpiadora de la línea Oxígeno de Natura Bissé que va en segundo lugar debería estar en el primero por lo que ha supuesto en mi vida su descubrimiento pero como le debemos un respeto a nuestro anciano tónico la dejamos aquí. Desde que la conocí me limpio la cara todos los días. A lo mejor para ti esto no representa ningún hito pero para mí es la leche. Aparte de que huele de maravilla se puede utilizar en la ducha y eso es lo que ha hecho que la utilice diariamente. Anótatela porque es genial.

Esta CC cream también de Natura Bissé pero de la línea Diamond es otro de mis grandes descubrimientos del año. Que yo sepa antes se les llamba cremas con color pero ahora son BB o CC cream, El cambio en la nomenclatura no sé si responde sólo a motivos de marketing o también de formulación, eso tendrá que confirmártelo un experto. Lo que yo sé es que cuando la uso siempre hay alguien que me dice que tengo una cara estupenda. Tiene  protección solar 50 así que procuro usarla a diario (en sustitución de mi crema habitual con factor de protección 35) salvo los días en que me da pereza pensar en tener que desmaquillarme por la noche. Y es que una es perezosa pero tiene principios. Y nunca me acuesto sin desmaquillarme, así que no me maquillo...

Esta botellita misteriosa contiene el suero milagroso. Se llama Midnight Recovery Concentrate y es de la marca Kiehl´s. Fue un regalo de Paula, mi amiga del alma de la facultad y compañera de potingues en la juventud. La promesa de la marca es un par de gotas por la noche y aspecto más joven por la mañana. A ver, yo no creo que llegue a tanto, pero desde luego sí que te levantas con la piel genial. Es cara pero poniéndote sólo dos gotas (yo pongo 4, que también con esto me vengo arriba...) dura muchísimo. 

En el apartado cuerpo tengo que hablaros de mi jabón Heidi. Os confieso que la primera vez que oí hablar de estos jabones pensé que era un esnobismo más del fenómeno blogger. Hasta que lo probé. Es un jabón artesanal hecho a mano con productos naturales por Olivia soaps y es la caña. Huele a romero, lavanda y salvia y ha mejorado muchísimo mis mañanas. No te voy a decir que me guste madrugar pero, a lo mejor piensas que estoy un poco loca, su olor en la ducha me pone de buen humor. 

Y después de la ducha casi siempre utilizo crema hidratante, yo diría que más de un 50% de los días. ¿No está mal, no? Y te descubro uno de mis secretos mejor guardados: los productos de Instituto Español. El nombre puede parecerte un poco rancio pero los productos son geniales. Yo los compro en Carrefour y te los recomiendo 100%. Éste es uno de mis favoritos, una de esas cremas que hidratan muchísimo y no dejan sensación de grasa. No requiere mucha inversión así que anímate a probarla y me cuentas.

Aunque va en último lugar, esta colonia es la joya de la Corona. Es la que utilizan mis hijos desde hace años en sustitución de la de Burberrys. Que sí, que has leído bien. La prefiero a ésa. Cuando iba a nacer Antón me dediqué a probar todas las colonias de bebé que encontré para buscar la suya. Al final me decidí por la de Burberrys, que oye era un pastón pero para mi bebé cualquier cosa me parecía poco. Y la utilicé durante mucho tiempo hasta que una amiga me descubrió las Gotas Frescas de Instituto Español hace unos 4 años. Es una colonia súper fresca pero que dura muchísimo. También hemos probado la versión Baby pero creo que nos gusta más la otra. Desde entonces hemos abandonado a Burberrys y no la echamos nada de menos, y nuestro bolsillo (el mío en concreto) mucho menos.

Pues hasta aquí he llegado hoy con mi experimento de belleza de hoy. Espero que te haya gustado y que me perdones el atrevimiento. Y si te apetece que siga viniéndome arriba cuéntamelo y seguiré inventando cosas.  Gracias por acompañarme En las nubes...