El café de los viernes

Esta semana me ha costado un mundo, después de un fin de semana intenso y muuuy divertido, empecé el lunes con pocas fuerzas y mucho trabajo, mala combinación, no? Pero ya es viernes y sólo me queda uno más antes de vacaciones, así que, como ya suele ser habitual en mí, estoy dispuesta a venirme arriba.

Hoy me lo voy a pedir doble y cargado porque ayer tuve guardia y aún tengo que despertar, ve cogiéndote el tuyo porque empezamos...


Si estuviésemos tomando un café te contaría que, aunque no quiero hacerlo demasiado público, tengo un mini-huerto en marcha. Y digo que no quiero hacerlo público porque, con mi historial  de fracasos vegetales, no me extrañaría que, finalmente, la cosa termine mal y no llegue a catar ni una hoja de lechuga. Que precedentes tenemos. Eso sí, este año me lo he tomado más en serio: insecticida ecológico para evitar los bichos que se comieron mis lechugas el año pasado, riego diario y atenciones de hotel de 5 estrellas. De momento tengo un tomate kumato de 10 micras de diámetro, seis lechugas bastante hermosas y unas plantas de tomate cherry cargaditos de flores. Crucemos los dedos.

Si estuviésemos tomando un café te contaría que este cambio de ritmo veraniego me tiene un poco descolocada. Por un lado los niños en casa, cosa que me encanta pero que complica bastante la intendencia familiar, y por otro una falsa sensación de vacaciones que aumenta mis ganas de terracita y disminuye mi apetencia por el trabajo. Tengo que sobreponerme a una depresión postvacacional cada día que el despertador suena a las seis sabiendo que me espera un largo día de trabajo pero, como ya sabes que soy una persona positiva, lo primero que pienso es: un día menos para irme de viaje. Ya sólo me faltan seis, intensos, pero seis!!

Si estuviésemos tomando un café no podría dejar de contarte la anécdota de la semana. El pasado lunes, cuando después de atender a una paciente fui a darle el alta, me dice: yo te sigo en IG y conozco tu blog. Sólo esto me dejó descolocada pero es que después me encuentro un comentario en una entrada diciéndome que me había visto en la urgencia esa tarde (cosa no muy difícil porque ese día debió pasar todo Ferrol por mi hospital) y que le había parecido estilosa y etérea (esto ya me dejó patidifusa porque te aseguro que yo no me siento nada etérea cuando trabajo pero vamos, que muchísimas gracias).

Ya sé que, afortunadamente, tengo algunos lectores, pero nunca pienso en ellos como en personas desconocidas. Sé que me lees tú, mi hermana y algún amigo más pero lo del otro día me hizo reflexionar. Nunca había pensado en serio que estaba tan expuesta y, aunque al principio me dejó un poco descolocada, he tomado la decisión de que hago esto porque me gusta, me encanta comprobar que alguien lo lee y espero que, si algún día me encuentras por ahí gritando a mis hijos, siendo un poco borde o vestida con lo primero que encuentro en el armario (esto último tiene muchísimas posibilidades de ocurrir...), seas comprensiva

Si estuviéramos tomando un café te preguntaría si tú también has sucumbido al efecto Courtney. A lo mejor no sabes de qué te estoy hablando... Courtney Adamo es una de las cofundadoras de Babyccino, blog sobre lifestyle familiar súper-famoso en todo el mundo, pero al que te confieso que yo llegué después de enterarme de sus planes para el año que viene. Pues resulta que Courtney, con su marido y sus cuatro hijos, van a pasarse un año sabático dando la vuelta al mundo. Han vendido su casa y muchos de sus muebles para financiarse y ahí se van tan contentos los seis. Lo cierto es que yo soy demasiado terrenal en este sentido y a todo lo que había llegado es a plantearme una mudanza a Reino Unido, que visto lo visto, es una menudencia, pero la verdad es que nos ha dado que pensar a las amigas. Las más comedidas se plantean Irlanda pero yo creo que alguna ya ha consultado las vacunas recomendables para viajes a países tropicales así que ya sabes, si no tienes planes para el próximo año, la vuelta al mundo puede ser una opción.

Seguramente ya lo habrás notado pero con esto del verano el ritmo del blog ha bajado un poco. Mis planes eran tomarme vacaciones en agosto, aunque pasándome por aquí los viernes para que me cuentes qué tal te va, pero necesito descanso ya, así que, de aquí a septiembre sólo puedo prometerte que tendrás tus menús para el mes de agosto y que te acompañaré todo lo que pueda, de momento te espero el lunes, me acompañas?