Lucus Camp III: la saga continúa

He dejado pasar ya unos cuantos días desde nuestro tercer Lucus Camp porque no me salían las palabras. Son tantas cosas las que te quiero contar y tan bonitas que no encuentro la manera. Pero voy a intentarlo porque la ocasión lo merece...

¿Qué pasa si juntas a 10 amigas y 20 niños? ¿Qué pasa si una de las amigas ofrece el jardín de su casa para montar unas tiendas de campaña y pasar un fin de semana? ¿Qué pasa si esas 10 amigas son blogueras, bastante locas, y esos 20 niños son sus hijos? Lo que pasa se llama Lucus Camp III.


Seguro que, a estas alturas, tú ya sabes de qué va esto del Lucus Camp pero por si hay algún despistado por ahí, lo voy a explicar...

A Coruña, septiembre 2014. Una joven, guapa y exitosa bloguera (en realidad era yo, pero así le doy más dramatismo al relato...) se plantea que sería buena idea juntar a un grupito de chicas que le caen bien y organizar un encuentro con ellas y sus hijos. En realidad lo de los niños era una "disculpa" por si no teníamos tema de conversación, la joven y exitosa bloguera tenía miedo de que las madres no encajasen...(lo de las predicciones no es lo mío. Está claro.)

El primer paso después de la idea fue comentarlo con Rosana, porque la exitosa bloguera se viene arriba con facilidad y, aunque aún no tenía participantes, ya había pensado en su local para hacer el encuentro. La respuesta, claro está, fue sí. Un sí muy grande. En ese momento ya tuve la impresión de que estas chicas estaban hechas a mi medida.

Lo siguiente fue hablar con Alba a ver si le parecía factible el plan. Y, como ya sabes cuál fue el resultado final, ya adivinarás que su respuesta fue sí.

La elección de las integrantes del Lucus fue cosa mía, basada en unos durísimos criterios: gente que ya conocía y me encantaba o bien que me parecía que podían gustarme. Así de fácil. Lo del nombre también fue cosa mía. Quise que fuera un homenaje a Lugo, ciudad que me encanta y de la que proceden varias de las chicas Lucus. Después de conocerlas me di cuenta de lo acertado del nombre porque también hace honor a las madres de Lugo (y a los padres; Manyatico no te me celes...), que son una especie única de madre que regalan autoestima a sus hijas y todas sus amigas.

El 30 de Septiembre de 2014 nacía el chat del Lucus Camp, primero tímidamente y, después de nuestro primer encuentro, ya no pasa un día en que no hablemos al menos un ratito. No siempre estamos todas conectadas, pero siempre hay alguien al otro lado. Este chat resuelve problemas de salud, legales, te busca una casa rural o proveedores de las cosas más peregrinas que se te puedan ocurrir. Hablamos de trabajo, de maridos, de hijos pero, sobre todo, hablamos de nosotras.

 Es, por encima de todo, un chat de sentimientos. Compartimos lo que pensamos y cómo estamos. A veces alguna está de bajón y siempre encuentra a alguien al otro lado con la palabra perfecta para acabar arrancándote una sonrisa. Porque, señoras y señores, en este chat agotamos los emoticonos de caritas que lloran de risa. Estas mujeres hacen que me vaya a la cama (a las tantas de la noche) con una sonrisa en la cara.

Y claro, con todo esto que te cuento no es difícil adivinar que nos encanta organizar encuentros. El último, el fin de semana pasado. Acampada para madres e hijos en casa de Emma. Esto que puede parecerte sencillo tea seguro que no lo es tanto y sólo alguien tan generoso como ella es capaz de abrir su casa y su jardín a una invasión de lucuscampistas.

El plan era sencillo: comida campestre, charlas, piscina, charlas, cena y peli al aire libre, charlas, palomitas, dormir en tiendas de campaña, charlas, un poco de lluvia (estamos en Galicia, sí, hubo lluvia), charlas, piscina, barbacoa, charlas, piscina, charlas y fin.

Que nos lo pasamos como enanas no hace falta decirlo, disfrutamos cada uno de los momentos y nuestros hijos creo que aún más. Es genial comprobar lo bien que han encajado entre ellos y ver que se han hecho amigos de verdad.

                                                                                                                                                             
También hubo fútbol y mucha, mucha, muchísima piscina. Por la noche sesión de cine al aire libre viendo Los Goonies y comiendo unas deliciosas palomitas que hicimos en el carrito que nos dejó Balugue eventos para la ocasión.

Después de la peli ya tocaba irse a dormir. Aunque el plan original eran unos mojitos después de acostar a los niños, acabamos tan agotadas que nos fuimos a dormir nosotras también. Menos mal que ya nos habíamos tomado uno por la tarde porque un Lucus Camp no puede terminar sin los deliciosos mojitos de Emma. Bueno, sin los mojitos y sin la fruta de Eva, que con sus deliciosas bandejas de fruta recién cortada puso algo de saludable en un menú tendente a lo calórico...

Los niños no tenían mucho sueño y todavía hubo risas y susurros durante un buen rato pero, después de la intervención de Rosana, Lucía e Isabel, cada una en su estilo, conseguimos que se durmieran. Y en ese momento es cuando empezamos las madres, claro. Hasta recibimos una llamada de las de la tienda de al lado para que nos callásemos (jajaja) porque Alba e Indara fueron un poco escandalosas con sus snapchats. Yo, que soy campista de pro (o como dicen los hijos de Baballa, campista profesional) pasé un frío que no te puedes imaginar. Me pasé media noche despierta, encogidilla como un ocho mientras escuchaba cómo roncaban dormían mis compañeras.

El domingo amaneció lloviendo pero nosotras no nos venimos abajo con facilidad. Mantuvimos nuestro plan de barbacoa y hubo de nuevo fútbol y muuuucha piscina porque los flotadores Pretzel y Donut de Oui Oui eran irresistibles. Para la comida se apuntaron algunos maridos y, por fin!!, Paula y Beby con lo que ya estuvimos al completo.

Y llegó el momento de recoger las tiendas, hacer de nuevo las maletas y despedirnos pensando en el Lucus Camp IV. Y, como en los tiempos del colegio, aún no habíamos llegado a casa y ya estábamos hablando por whattsap.

Es cierto. Tuve la idea, le puse nombre, incluso el logo y el merchandising son cosa mía (sí, ya sé...venirse arriba...) pero no te equivoques: el Lucus Camp son ellas. Yo las empujo, las organizo un poco (eso es defecto del animal), soy la sargento que pone orden (ellas hablan, proponen y yo tomo nota y organizo) pero ellas son mi idea chocolate (Nuria, es la mejor definición para mis chicas!!). Sólo puedo deciros...GRACIAS!!


PD: en la mayoría de las fotos sólo verás a 8 de las integrantes del Lucus Camp, Paula y Beby sólo pudieron unirse a las demás el domingo. Tampoco verás a los 20 hijos, una posible varicela a destiempo hizo que Clara tuviera que quedarse fuera esta vez.
PD2: las fotos de este post son de Alba y mías y me resulta imposible saber quién es la autora de cada una de ellas.