Porque me vengo arriba: botiquín para vacaciones.

No puedo evitarlo. Aún me faltan unas horas para terminar mi jornada y estar oficialmente de vacaciones pero mi cabeza va más rápida y ya está en modo vacaciones on. Así que hoy te voy a contar cómo organizo yo el botiquín que nos llevamos en nuestros viajes.

No te esperes nada especial, aunque soy médico no suelo llevar nada que no pueda utilizar el común de los mortales. Cosas normales y corrientes que nos pueden sacar de un problema, especialmente si viajas con niños.

•  Termómetro: suele ser el gran olvidado. No es imprescindible estarás pensando, que yo le toco la frente a mi niño y sé si tiene fiebre o no. Reconozco que yo también lo hago a veces pero en alguna ocasión me he llevado una sorpresa. Eso sí, si no le pones el termómetro al niño (o a ti misma), por favor no te inventes una temperatura para decirle al médico. En serio, nos damos cuenta enseguida.
• Antitérmicos: los archifamosos Dalsy y Apiretal. Ibuprofeno y Paracetamol. Imprescindibles en un botiquín con niños. Es recomendable anotar en la caja la dosis que le corresponde a cada uno de tus hijos para no tener dudas en el momento de utilizarlos. Para calcular la dosis de Dalsy divide el peso del niño en Kg entre 3 y obtendrás los ml que puedes administrarle cada 6-8 horas. En el caso del Apiretal multiplica el peso del niño en kg por 0,15. También en este caso obtendrás la dosis en ml para administrar cada 6-8 horas. En el caso de los adultos también es recomendable llevarse unos comprimidos de ibuprofeno y paracetamol. Un dolor de muelas, un dolor de cabeza...pueden aparecer en cualquier momento y fastidiarnos las vacaciones.

• Material de curas: clorhexidina, gasas...Imprescindible para todas las heridas, erosiones y rascazos varios que seguramente se harán tus hijos. Antes de nada lavar todas las heridas con agua y jabón. Sí, en serio. Agua y jabón como si no hubiera y luego adiminstrar un antiséptico como la clorhexidina o el betadine, auqnue es preferible la primera en el caso de los peques. 
• Tiritas: son también un must. No muy recomendables desde el punto de vista de la curación de las heridas porque impiden la transpiración y favorecen que se maceren pero hemos de reconocer el poder curativo de una tirita molona de Spiderman, Frozen o compañía en función de los gustos de cada uno.

• Sticks para picaduras: el After Bite no se separa de mí en los veranos desde que tengo uso de razón. Cuando iba de campamento era mi bien más apreciado. Es amoníaco y va genial para las picaduras de insectos pero también para las medusas y otros animales marinos. Se puede utilizar en niños a partir de 2 años. Cuando mis niños eran más pequeños descubrí el After Pick, que también es un producto tópico para picaduras pero formulado a base de ingredientes naturales. Aún hoy es el que uso con ellos y funciona.
• Jeringa, aguja y suero fisiológico: es lo más técnico que hay en mi botiquín. La jeringa con suero puede servirte para sacar un cuerpo extraño que se les meta en un ojo, para aliviar la congestión nasal...Con la aguja podrás quitar, si te atreves, alguna espina que se claven cuando andan descalzos por ahí...
• Medicación habitual: evidentemente. En nuestro caso, no salimos de cada sin el ventolín y la cámara para administrarlo. 

Pues esto es lo que nos llevamos nosotros en nuestro botiquín. Espero que te ayude a organizarte tus vacaciones y, como siempre con todos los botiquines, ojalá no tengas que usarlo.