El café de los viernes

Hay días que parece que no apetece, que una se despierta con el pie izquierdo y sólo le apetece volver a meterse en la cama y esperar al día siguiente. Eso me pasó a mí el viernes y por eso no me tomé el café contigo.

Pero hoy me lo pensé mejor y decidí que los amigos están en los buenos y en los malos días y que no podía ser tan cobarde de desaparecer cuando las cosas no salen como uno quiere. Así que, si te apetece, nos tomamos juntos hoy el café de los viernes, aunque sea domingo.

Porque si estuviésemos te diría que quiero reinvindicar los días mierdor. Esos días en los que, sin saber por qué, te levantas mal y no eres capaz de reconducir la situación. Esos días en los que te da igual eso de que para ver el arco iris tienes que soportar la lluvia. Porque en esos días no te acuerdas ni de cómo era el arco iris. Yo no sé si a ti te pasa pero yo tengo algún día de estos. Y miras a tu alrededor y te parece que el resto del mundo va ta  feliz por la vida, todas esas chicas ideales que parecen sacadas de revistas y tú te ves gorda, despeinada y corriendo de un lado a otro para llegar a todo sin llegar a nada. ¿Te suena de algo esta situación? Pues así fue mi viernes. Y , sin saber cómo, esos días dejan paso a otros, como hoy, en los que pese a que hace un día horrible y me toca guardia, me siento genial.

Porque en los días mierdor uno no disfruta ni de las cosas bonitas. Y a mí el jueves me pasó una cosa preciosa. Estuve en la inauguración de Love it Sara studio, la tienda física (por fin!) de Love it Sara. Como no podía ser de otra manera, Paula ha hecho un trabajo estupendo creando un espacio ideal donde poder adquirir toda su colección. Pasamos un rato estupendo parte de las chicas Lucus con nuestros hijos. Los niños felices jugando en la calle y poniéndose ciegos a canapés; las madres igual de felices cotorreando sin parar y disfrutando también de los canapés y de los cupcakes, que estaban de muerte! Sé que va a ser un éxito, tiene que serlo porque las cosas hechas con esfuerzo y cariño se lo merecen todo. Y créeme, en Love it sara hay tanto trabajo como ilusión.

En los días mierdor uno no recuerda que tiene proyectos geniales. Y yo tengo uno que es la releche. Dentro de 10 días me voy a Copenhague. La verdad es que lo veo escrito y no me lo puedo creer. Este viaje es un sueño y una locura. Una locura que empezó "convenciendo" a Paula de comprar un billete de avión, así, a lo loco. He de reconocer que no tuve que esforzarme mucho para convencerla, en realidad fue Iverina la que hizo más presión. Así que en unos días me voy a plantar en Dinamarca sin haber preparado nada, voy con los ojos cerrados dispuesta a dejarme sorprender por los mil planes que nos está organizando Iverina. Y estoy segura de que va a ser genial.

Así que si tienes un día mierdor o, por el contrario, tienes un día genial, que sepas que yo estaré encantada de compartir un cafetito contigo. Porque las penas con café son menos penas...