El café de los viernes: lo que me quita el sueño

La verdad es que se me ha ido pasando el tiempo y yo sin pasarme por aquí. La verdad es que tenía mono de un café contigo, que ya hace que no charlamos y nos ponemos al día.

Vamos a ponernos cómodos y a pedirnos un cafetito que tengo mucho que contarte...

Esta mañana, al volver de mi clase de calceta, puse la radio en el coche. En la Ser estaban emitiendo la parte local de Hoy por hoy y hablaban del resultado de partido de fútbol que jugaron el Dépor y el Barcelona y en el que, por si no lo sabes, los catalanes les metieron 8 goles. La gente llamaba al contestador automático del programa para dar su opinión sobre el partido y me quedé flipada con un señor, que por su voz no tenía menos de 50 años, y decía que eran las dos de la mañana y no podía dormir por culpa del resultado del partido.

Ya sé que me vais a decir que, como no me gusta el fútbol, no puedo entenderlo; pero no. Esto no tiene nada que ver. Lo cierto es que yo tengo un sueño a prueba de bomba. Tengo la capacidad de dormir y despertar en cualquier momento y lugar. Y de buen humor! Siempre cuento que una vez que iba en coche con un amigo que conducía fatal y pensé realmente que nos íbamos a estrellar (porque además de mal conducía muy rápido), decidí que lo mejor que podía hacer era echar una cabezadita. Y lo conseguí. Cerré los ojos y hasta que llegamos, sanos y salvos, a nuestro destino, no volví a abrirlos. Así que, con esta calidad de sueño, me resulta difícil encontrar motivos para perderlo. Pero algo tengo claro y es que un partido de fútbol jamás estaría en esa lista.

Pero es que yo pensaba: qué tipo de vida tendrá este hombre para dejar de dormir porque su equipo haya perdido un partido. Digo yo que tendrá una vida sin preocupaciones y con mucho tiempo libre porque si no es para darle una colleja. Aunque en realidad no sé por qué me extraño. Todos los días vemos ejemplos de lo que mueve a la gente. Que sigamos sin gobierno tantos meses después de las elecciones o que la Unión Europea siga permitiendo la muerte de inocentes que sólo buscan una vida mejor, eso no nos quita el sueño.

Teniendo en cuenta la importancia del fútbol se me está ocurriendo que podía jugarse una liguilla entre los partidos políticos. Nada de ir a votar. Que jueguen un campeonato y el que gane se lleve el gobierno. Fin. No creo que el rumbo del país notara mucho la diferencia.

Hace unos días tuve un brote de madre gritadora. La verdad es que no suelo enfadarme mucho pero el otro día llegué al punto de ebullición. Mis hijos se estaban portando tan mal y se estaban peleando tanto que estallé. Les grité como nunca y los castigué con una huelga de madre. Ya que no valoran el trabajo que los padres hacemos en casa, decidí enseñárselo por las malas. Me senté en el sofá y cogí un libro (raro, no?). Les dije que no saldrían de su cuarto hasta que estuviese todo recogido, deberes hechos, ropa preparada...y decidí no hacerles la cena. Sólo podían comer lo que ellos pudieran hacerse.

Quieres saber si funcionó, verdad? Pues en el momento sin duda. Pese a que sufrí bastante haciéndolo, les sirvió para recordar todo el trabajo que hay detrás de una casa y lo importante que es la colaboración de todos para que funcione. No es que ahora no desordenen, pero te aseguro que recuerdan el día de la huelga de mamá y, al día siguiente, no dejaban de preguntarme si habría cena.

Espero que tu semana haya sido buena y, si no, siempre nos quedará el fin de semana, no? Nosotros nos vamos hoy a Madrid a disfrutar de la familia y los amigos y, por supuesto, de los libros. Como ya sabes el sábado es el día del libro pero el viernes  en Madrid se celebra La noche de los libros y tengo la suerte de compartir cita con mi amiga Quintano en La librairie para charlar sobre la promoción de la lectura a través de las RRSS, así que, si te apetece, te esperamos a las 18:30.