Antón cumple 9

Yo nunca había pensado ser madre. Los niños no me gustan especialmente y nunca corrí a achuchar un bebé. Cuando era pequeña y pensaba en mí de mayor, me imaginaba casada y con una carrera profesional pero nunca había niños corriendo a mi alrededor. Si le preguntas a cualquiera que me conozca de mi etapa pre-madre te diría, Lorena con hijos? Ja! Ni de coña!

Cuando después de unos años de casados y con nuestras carreras más o menos encarriladas ( o eso creíamos entonces porque anda que no hemos dado vueltas ni nada...) empezamos a pensar en tener hijos, no lo hacíamos desde la perspectiva romántica de vernos unidos en una nueva personita, sino más bien desde un punto de vista científico de ver qué salía de mezclar nuestros genes.



Pero todo esto se volvió del revés hace nueve años a las 7:45 de la mañana. Porque ese día conocimos a Antón y desde entonces nada ha vuelto a ser lo mismo. Ni falta que hace...

Antón nacía con mucha responsabilidad encima: nos convertía a nosotros en padres, a sus cuatro abuelos en abuelos y a todos sus tíos en tíos por primera vez. Había muchos ojos puestos en él pero no defraudó.

Nos dejó claro cuál iba a ser su estilo: un tipo pausado, que sólo sabe ir a su ritmo, con esos ojazos (con unas pestañas que son la envidia de su madre) que todo lo miran, divertido, hablador (menos mal que después de nueve años conviviendo juntos ya sabe que tiene que esperar a mi primer café para empezar con su lengua metralleta), cariñoso, sensible, valiente, tenaz, pero si hay algo que define a Antón es su bondad. Se lo digo muchas veces pero es que lo creo de verdad; es la persona más buena que conozco. Siempre preocupado por los demás no sabe lo que es tener mala idea. Es generoso y siempre está dispuesto a echar una mano, a sus amigos, a su hermano, o a cualquiera que se cruce en su camino.

A mí, la de no-me-gustan-los-niños-y-no-entran-en-mis-planes, se me cae la baba con este pequechiño que no ha dejado de darnos alegrías desde aquel 25 de mayo de hace ya 9 años.

Y por esas cosas del destino, hace un año, el día del cumple de Antón también se convirtió en el cumple de mi amiga Beby, que justo en esta fecha se sometía a una intervención quirúrgica complicadísima que, afortunadamente, salió genial y hoy le permite celebrar su primer aniversario.

Por estas dos razones el 25 de mayo es uno de mis días favoritos del año y no podía dejar de compartirlo contigo. Feliz cumpleaños a los dos!