Esta semana lo comentábamos en el chat de las Lucus: septiembre nos mata. Que no voy a decir yo que no tenga su encanto pero a mí me parece que es un quiero y no puedo.
Septiembre es el mes que se quedó atrapado en el delicioso agosto, tiempo de vacaciones por excelencia y además mes de mi cumple, y octubre, que es un señor sin complejos plenamente instalado en el otoño.
Pero septiembre, pues ni fu ni fa. Menos mal que tiene la vuelta al cole y el inicio de miles de coleccionables absurdos porque si no, el pobre hombre sería un poco como febrero, que está ahí porque tiene que haber algo entre los Reyes Magos y la primavera. Así que yo, que ya le tenía manía a julio (me vais a perdonar sus defensores, que ya sé que tiene muchos además, pero para mí es el mes prevacacional y me mata) este año he decidido incluir a septiembre en mi lista de odiados.
Porque a priori nos puede parecer un mes majete, está ahí el pobre inocente, esperándonos con cantos de sirena a la vuelta de agosto...que si la rutina está bien, que si ordena tu casa y lo bien que te vas a sentir, que si los niños al cole y tú al curro...y una mierda!
Septiembre es el mes en el que vuelves al trabajo y te das cuenta el primer día de que todo sigue igual o peor. El mes en el que empieza el cole pero a medio gas lo que nos obliga a ir como pollos sin cabeza todo el rato. Es el mes en el que puedes acabar con una tendinitis de tanto cubrir circulares "parriba y pabajo" y en el que tienes que ajustar los horarios de toda la familia para poder hacerlos compatibles.
Y eso que este año me propuse hacerlo bien: uniformes solucionados en agosto, libros encargados en junio, el espíritu Marie Kondo me poseyó mis últimos días de vacaciones y ahora tengo una casa ordenadísima y como los chorros del oro; ¡Leñe! ¡Que hasta pinté una habitación!. Tengo menús de comidas y cenas organizados y no me olvidé de recoger a ningún hijo ningún día (de hecho, hasta fui una hora antes porque me olvidé de que tenían piscina).
Pero yo, qué quieres que te diga, estoy encantada de despedir a septiembre. Señor Octubre, vaya desfilando y procure estar a la altura, no me vaya a dejar quedar mal...
Mi mes favorito es octubre! Adoro el comienzo del otoño .
ResponderEliminarTotalmente identificada con llenar circulares, correr como pollos sin cabeza, ajuste de horarios y limpieza general. A ver si octubre nos calma un poquitín y podemos empezar el otoño como dios manda!
ResponderEliminarBuenos días!!
ja,ja,ja.. sí que le tienes manía al pobre septiembre. En mi caso es diferente porque es mi cumple, el de mi hermana y el de mi sobrino. Y eso, siempre motiva un poco. Yo no soporto octubre. De hecho no soporto que llegue el último sábado de octubre (o es el penúltimo) que es cuando cambia la hora y se hace de noche a las seis de la tarde. Ayyy!! que llegue ya la primavera
ResponderEliminarPues yo cada día adoro más septiembre y estoy haciendo las paces con él, porque volver a la rutina y dejar el calor también mola.
ResponderEliminarbess