Gripe: verdades y mentiras

Un año más la gripe ya está aquí. Cada año, cuando llega este momento, me planteo escribir este post pero al final, la gripe llega y se va y a mí se me pasa el arroz. Pero este año no. Este año tengo que desahogarme.

La gripe es un momento cansino para los que trabajamos en urgencias. Es la excusa que utilizan gerentes y políticos para justificar las deficiencias de un sistema que hace aguas en primavera, verano, otoño e invierno. Pero, claro, ahora la culpa es de la gripe así que todos nos mostramos comprensivos con el colapso que se produce en todos los centros sanitarios.

A mí con la gripe me pasa lo que a otras personas con los piojos; algunos sostienen que los piojos los sueltan los de Filvit en avionetas en los patios de los colegios, yo creo que el virus de la gripe lo esparce la ministra de Sanidad para distraer la atención de cuestiones más importantes. Que no digo yo que la gripe no importe, ojo, que desde un punto de vista salud pública es algo muy a tener en cuenta, pero, desde luego, no justifica el deterioro de nuestro sistema sanitario.



Si te parece bien, vamos a repasar esas grandes frases que todos hemos oído (o dicho) acerca de la gripe:

• Yo no me vacuno de la gripe; una vez me vacuné y tuve un catarro tremendo.

Ésta es de mis favoritas. Sin entrar a tocar aquí el tema de la eficacia de la vacunación (que daría para un post y hasta un blog entero), sólo quiero recordar que la vacuna de la gripe (como todas las demás vacunas) sólo protege frente a esta infección y no frente a las diez plagas de Egipto. Vamos, que si te vacunas de la gripe tienes bastantes posibilidades de librarte de ella pero eso no va a evitar que tengas catarros u otro tipo de patologías respiratorias.

• Cada año tengo una gripe horrible.

En serio, plantéate la vacunación o un estudio de inmunidad. O mejor, plantéate si lo que tienes todos los años es gripe. Seguramente no. Si no tienes fiebre alta (con alta quiero decir alta, léase apartado siguiente), cefalea, artralgias y mialgias generalizados (esto es que te duelen hasta las pestañas), entonces es que no has tenido gripe. No conozco a nadie que tenga gripe todos los años; la mayoría de adultos sanos lo que tenemos son catarros, más o menos molestos, pero catarros.

• No tengo fiebre pero tengo gripe; soy de temperatura baja.

A ver, para un tema en el que los médicos estamos de acuerdo y vienes tú a tirar abajo uno de los pilares de la Medicina. No, no y no. Por debajo de 38º no es fiebre. Y la fiebre no se mide con la mano, se mide con un termómetro. Y los médicos nos damos cuenta cuándo te la inventas. Si no te la has mirado, no pasa nada. Te vamos a hacer caso igual!

• Tres horas en urgencias y no me hicieron nada.

Vale, entiendo el cabreo por lo de las 3 (4, 5 ó más) horas en urgencias. Pero que te haya visto un médico, que te haya interrogado sobre tus síntomas y que te haya explorado es algo. Y no siempre se necesitan pruebas complementarias para diagnosticarte. De hecho, en el caso de la gripe, si eres un adulto sano, casi nunca harán falta. Así que recuerda que en la mayoría de los casos no necesitas ir al hospital, de hecho hasta puedes no necesitar un médico. Recuperemos el sentido común y la sabiduría popular por favor! Unos días en casa, unos zumos y unas sopas calentitas, un poco de paracetamol (sí, puedes tomarte un paracetamol salvo que seas alérgico o tengas alguna patología que lo contraindique. No llevemos al extremo lo de no automedicarnos…)

• Necesito que me den algo que me “corte” esto ya.

Traigo malas noticias. No existen los remedios milagrosos contra la gripe. Hay un dicho en Medicina que dice que la gripe dura una semana sin tratamiento y 7 días con él. Pues eso, decide lo que prefieres. Lo único que existe para aliviarte son diferentes fármacos que suelen asociar paracetamol y antihistamínicos para mejorar el dolor corporal y la congestión nasal. La elección de uno u otro depende de ti y de tu farmacéutico; en mi familia cada uno tiene sus favoritos: mi padre debería comprar acciones de Frenadol porque en cuanto llega octubre se compra la primera caja; mi marido, sin embargo, es fan del Vincigrip forte de chocolate (hasta en medicamentos es un goloso empedernido); yo elijo uno que lleva cafeína para compensar la somnolencia de los antihistamínicos porque no soporto esa sensación de sopor que producen. Pero sólo conseguirán que te encuentres un poquito mejor.

• Para que te den un antibiótico te tienes que estar muriendo.

En serio, los médicos no odiamos a los pacientes. No evitamos el uso de antibióticos a lo loco para fastidiar, lo hacemos para evitar la aparición de resistencias que hará que, cuando tengas una patología grave que haga necesario su uso, éstos funcionen bien.
Hemos llegado a un punto curioso con el tema de la prescripción de antibióticos. Tengo la impresión de que la decisión de utilizarlos ha dejado de depender del médico y se ha trasladado al paciente: tan difícil es convencer a un paciente que cree que necesita un antibiótico de que no es así, como de explicarlo al que es antiantibióticos, que también los hay. Y tan peligroso es uno como otro.

Pues nada, espero que no te toque pasarla este año (y a mí tampoco, ya que estamos) y, si me necesitas, ya sabes dónde encontrarme: de aquí para allá por los pasillos de la urgencia en medio del colapso habitual. Pero tranquilos todos, que "sólo" es un pico estacional...