En mi 2017 ha habido de todo. Ha habido enfermedades, sustos grandes, viajes, muchas lecturas, ilusiones y algunos momentos de felicidad absoluta. He sumado a gente buena a los que ahora ya puedo llamar amigos y he restado a algunas personas tóxicas que es mejor dejar por el camino. He reído hasta llorar y he llorado bastante también. La mayoría de mis lágrimas han sido de emoción pero también las ha habido de rabia, que son las que más duelen.
Lo bueno que tiene mi trabajo, y lo más duro también, es que te hace ver lo cruda que puede ser la vida y que, aunque todos tenemos problemas, la mayoría de las veces no son tan graves como para dejar de vivir por ellos. Que la vida cambia en un momento y que hay que aprender a disfrutar de las pequeñas cosas. Porque al final, lo mejores recuerdos siempre están unidos a las personas y no a las cosas.
Estos días me he descargado mi bestnine de Instagram. Que puede parecer una chorrada pero a mí me encanta, especialmente este año porque mis mejores momentos también os lo han parecido a vosotros. Senegal, mi trabajo, mi cumpleaños, las vacaciones, los viajes...y sobre todo la gente que me importa. Así que gracias por haberos emocionado conmigo y por acompañarme tanto.
En Senegal he pasado los 15 días más intensos de mi 2017. A nivel físico realizamos un trabajo intenso, muchas horas seguidas, muchos pacientes, mucho calor...a nivel emocional es difícil poner por escrito lo que sientes. Por un lado eres consciente de la pequeñez de tu labor y la grandeza del problema al que te enfrentas, pero por otro tienes la satisfacción de estar intentándolo. Porque, como leí en el libro Vidas sin fronteras, "la vida de una persona vale lo mismo que todas las personas del mundo. Y cuando la ayudamos, le damos nombre y la colocamos en el mapa, estamos cambiando el mundo". Yo no creo que haya cambiado el mundo pero estoy segura de que hay algunas pocas personas a las que hemos dado esperanza y con eso me basta.
A nivel familiar recordaremos 2017 como el año portugués. Después de soñar durante meses con irnos de vacaciones a Islandia, tuvimos que cambiar de planes y en ese momento el Alentejo se cruzó en nuestro camino. Una casa en medio de la nada, sin wifi, playas preciosas, pueblos de verdad, cocinar nuestra comida en la parrilla, ver las estrellas, hacer una yincana en nuestro bosque de pinos, leer escuchando los grillos, comer bolas de Berlim, 600 kilómetros con el aire acondicionado estropeado el día más caluroso del año...definitivamente no echamos de menos Islandia!
En cuanto a libros he leído más y mejor que nunca. He disfrutado de lecturas inolvidables y he tenido la suerte de poder compartirlas en varios clubes de lectura y con muchos de vosotros al otro lado de la pantalla. He vivido momentos realmente especiales escuchando a muchos autores en directo y he hecho amigos gracias a los libros. Me gustaría hacer un resumen de mis favoritos pero creo que lo dejaré para otro post porque si no vamos a llegar a 2019 con éste.
Antes de terminar quería dedicar unas palabras a 2018. Ya sé que eres nuevo y que empiezas con la presión de superar a 2017. Mi consejo es que intentes ser tú mismo. Eres un número redondito, agradable a la vista y eso te va a abrir muchas puertas. No tomes decisiones apresuradas, nadie espera que arregles todo el primer día pero por favor tampoco lo fastidies! Céntrate en el tema de la salud que sólo con eso ya nos vas a tener contentos. Y lo del trabajo también es importante que hay mucha gente pasándolo mal. Con lo de Cataluña 2017 te ha dejado un marrón importante. Paciencia. Y por pedir pues también algún viajecito y muchos, muchos libros. Pero tranquilo, que yo al final con los años hago lo mismo que con las personas; por malos que sean siempre acabo encontrándoles algo bueno. Así que descansa estos días y coge fuerzas porque esto despega ya. Suerte!