Soy incapaz de recordar la de meses que hace que no compartíamos un café. Y tiene delito porque con lo que me gusta a mí tomar café con los amigos...
Creo que tengo el síndrome de la pantalla en blanco...hay demasiadas cosas en mi cabeza pero no encuentro la manera de trasladarlas aquí...pero, como supongo que la manera de vencer esto es ponerse manos a la obra, vamos allá.
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viernes, 2 de marzo de 2018
viernes, 6 de octubre de 2017
El café de los viernes: Del color de la leche
La semana pasada fallé a nuestra cita por dos razones importantes: falta de tiempo y falta de ganas. La verdad es que después de vivir el domingo pegada a Twitter siguiendo cómo se desarrollaban los acontecimientos en Cataluña, no tenía el cuerpo para muchas fiestas. A lo mejor te parece exagerado que esto pueda afectarme así pero no lo puedo evitar. Sin embargo, el martes la literatura volvió a reconciliarme con el mundo.
Los que me seguís desde hace tiempo, especialmente si leéis mis recomendaciones literarias en Instagram, sabéis lo mucho que disfruté leyendo Del color de la leche. Aunque lo leí en enero de 2016, es una de esas lecturas que nunca me ha abandonado. Por la historia, por cómo está escrita, por la edición tan agradable de la editorial Sexto Piso, por la vigencia a día de hoy de lo que cuenta, es uno de esos libros que hay que leer sí o sí.
Los que me seguís desde hace tiempo, especialmente si leéis mis recomendaciones literarias en Instagram, sabéis lo mucho que disfruté leyendo Del color de la leche. Aunque lo leí en enero de 2016, es una de esas lecturas que nunca me ha abandonado. Por la historia, por cómo está escrita, por la edición tan agradable de la editorial Sexto Piso, por la vigencia a día de hoy de lo que cuenta, es uno de esos libros que hay que leer sí o sí.
viernes, 29 de septiembre de 2017
El café de los viernes
Un viernes más aquí estoy preparada para compartir un café contigo. En esta última semana me han pasado cosas muy chulas que tengo muchas ganas de contarte. Porque soy bastante gruñona pero también agradecida...
El sábado pasado mi hijo Antón sufrió un pequeño accidente, afortunadamente sin consecuencias graves, que me hizo darme cuenta de varias cosas. La primera que, aunque a veces no nos lo parezca, hay gente muy buena en este mundo. Gente que no conoces de nada y se desvive por echarte un cabo cuando más lo necesitas. La segunda es que hemos formado una familia increíble. Que mi marido es un crack (eso ya lo sabía desde hace mucho tiempo pero ahora me quito el sombrero y además lo hago públicamente) y que nuestros hijos son de otro planeta. Que entre los tres se apañan perfectamente y que, aunque mamá esté de guardia, ellos tiran para delante sin casi despeinarse. Y créeme que la cosa era para despeinarse, al menos un poquito.
Una vez más, mis compañeros de trabajo han demostrado que son mucho más que compañeros. Preocupados por la salud de Antón pero organizándolo todo para que yo pudiera estar con él sin preocuparme de turnos o permisos. Hay tantos amigos y familia a los que tenemos que dar las gracias que es difícil hacerlo en persona y por eso quiero aprovechar este altavoz para hacerlo. Gracias por la preocupación, por las llamadas, por los chocolates, por la cerveza de mantequilla, por los libros, por la compañía y por todas las visitas. Porque ya lo dijo Antón cuando nos subían a la habitación: es maravilloso saber que hay tanta gente detrás de uno apoyándote cuando las cosas van mal. Nada que añadir.
El martes, un día después de salir del hospital, teníamos una cita importante que no podíamos perdernos. La inauguración de la exposición de fotos de la ONG Ecodesarrollo Gaia, era nuestro acontecimiento de la semana. Y fue un éxito rotundo. Ver el salón lleno de amigos, de compañeros de fatigas, de gente comprometida con nuestra causa, fue tan emocionante que no lo puedo contar con palabras. Escuchar a algunos senegaleses, testigos directos y beneficiarios de nuestro proyecto, contar lo importante que es nuestra labor para su comunidad nos dio un chute de energía tan grande que creo que este año no vamos a necesitar avión para llegar a Senegal, podemos ir volando!
Pero esta semana también hay un tema candente en la actualidad de nuestro país. Aunque en el país del arcoiris que es Instagram (que ya sabes que es mi red social favorita) no se menciona este tema, dentro de dos días hay convocado un referéndum en Cataluña. Sin entrar a valorar su legalidad, hay un hecho objetivo: dos posturas enrocadas y diametralmente opuestas. Unos estarán a favor de votar, otros en contra, algunos querrán la independencia y otros ni oír hablar de ella. Después de muchos días siguiendo el conflicto minuto a minuto tengo una cosa clara: los únicos razonables son algunos ciudadanos que de forma tranquila y sosegada han expresado sus distintos puntos de vista en diferentes medios de comunicación, pero también su deseo de hablar. Parlem. Las banderas no pueden imponerse, las banderas y el patriotismo son sentimientos que proceden de vivencias personales, de razones históricas o familiares pero que, en definitiva, no pueden cambiarse a gritos de A por ellos. Creo que los políticos, como tantas otras veces, no están a la altura, pero los ciudadanos no debemos escondernos. Expresémonos con educación y respeto al que está enfrente. Que no nos pare el miedo a perder un like.
Como todos los viernes también hoy te traigo recomendaciones. Un libro increíble de Sergio del Molino, La hora violeta. Su autor narra en él la pérdida de su hijo tras una leucemia. Utiliza las palabras de una forma terapéutica sin caer en ningún momento en el morbo o la ñoñería. Como madre es una lectura dura pero absolutamente recomendable. Como médico diría que imprescindible.
Hay un documental del que creo que no hablé nunca por aquí que se llama Las sinsombrero que cuenta la historia de las mujeres de la generación del 27. Intenta sacar tiempo para verlo porque no te arrepentirás. Escritoras, pintoras, filósofas...mujeres valientes y pioneras injustamente olvidadas por el hecho de ser mujeres.
Para terminar traigo música. Es mi canción favorita de Amaral, uno de los grupos que más veces he visto en directo, la última vez este verano, primer concierto de "mayores" de mis hijos. Se llama Revolución. Ojalá te guste y decidas quedarte por aquí. Si es así nos vemos el lunes y te llevo de viaje a Estocolmo. Buen fin de semana!
El sábado pasado mi hijo Antón sufrió un pequeño accidente, afortunadamente sin consecuencias graves, que me hizo darme cuenta de varias cosas. La primera que, aunque a veces no nos lo parezca, hay gente muy buena en este mundo. Gente que no conoces de nada y se desvive por echarte un cabo cuando más lo necesitas. La segunda es que hemos formado una familia increíble. Que mi marido es un crack (eso ya lo sabía desde hace mucho tiempo pero ahora me quito el sombrero y además lo hago públicamente) y que nuestros hijos son de otro planeta. Que entre los tres se apañan perfectamente y que, aunque mamá esté de guardia, ellos tiran para delante sin casi despeinarse. Y créeme que la cosa era para despeinarse, al menos un poquito.
Una vez más, mis compañeros de trabajo han demostrado que son mucho más que compañeros. Preocupados por la salud de Antón pero organizándolo todo para que yo pudiera estar con él sin preocuparme de turnos o permisos. Hay tantos amigos y familia a los que tenemos que dar las gracias que es difícil hacerlo en persona y por eso quiero aprovechar este altavoz para hacerlo. Gracias por la preocupación, por las llamadas, por los chocolates, por la cerveza de mantequilla, por los libros, por la compañía y por todas las visitas. Porque ya lo dijo Antón cuando nos subían a la habitación: es maravilloso saber que hay tanta gente detrás de uno apoyándote cuando las cosas van mal. Nada que añadir.
El martes, un día después de salir del hospital, teníamos una cita importante que no podíamos perdernos. La inauguración de la exposición de fotos de la ONG Ecodesarrollo Gaia, era nuestro acontecimiento de la semana. Y fue un éxito rotundo. Ver el salón lleno de amigos, de compañeros de fatigas, de gente comprometida con nuestra causa, fue tan emocionante que no lo puedo contar con palabras. Escuchar a algunos senegaleses, testigos directos y beneficiarios de nuestro proyecto, contar lo importante que es nuestra labor para su comunidad nos dio un chute de energía tan grande que creo que este año no vamos a necesitar avión para llegar a Senegal, podemos ir volando!
Pero esta semana también hay un tema candente en la actualidad de nuestro país. Aunque en el país del arcoiris que es Instagram (que ya sabes que es mi red social favorita) no se menciona este tema, dentro de dos días hay convocado un referéndum en Cataluña. Sin entrar a valorar su legalidad, hay un hecho objetivo: dos posturas enrocadas y diametralmente opuestas. Unos estarán a favor de votar, otros en contra, algunos querrán la independencia y otros ni oír hablar de ella. Después de muchos días siguiendo el conflicto minuto a minuto tengo una cosa clara: los únicos razonables son algunos ciudadanos que de forma tranquila y sosegada han expresado sus distintos puntos de vista en diferentes medios de comunicación, pero también su deseo de hablar. Parlem. Las banderas no pueden imponerse, las banderas y el patriotismo son sentimientos que proceden de vivencias personales, de razones históricas o familiares pero que, en definitiva, no pueden cambiarse a gritos de A por ellos. Creo que los políticos, como tantas otras veces, no están a la altura, pero los ciudadanos no debemos escondernos. Expresémonos con educación y respeto al que está enfrente. Que no nos pare el miedo a perder un like.
Como todos los viernes también hoy te traigo recomendaciones. Un libro increíble de Sergio del Molino, La hora violeta. Su autor narra en él la pérdida de su hijo tras una leucemia. Utiliza las palabras de una forma terapéutica sin caer en ningún momento en el morbo o la ñoñería. Como madre es una lectura dura pero absolutamente recomendable. Como médico diría que imprescindible.
Hay un documental del que creo que no hablé nunca por aquí que se llama Las sinsombrero que cuenta la historia de las mujeres de la generación del 27. Intenta sacar tiempo para verlo porque no te arrepentirás. Escritoras, pintoras, filósofas...mujeres valientes y pioneras injustamente olvidadas por el hecho de ser mujeres.
Para terminar traigo música. Es mi canción favorita de Amaral, uno de los grupos que más veces he visto en directo, la última vez este verano, primer concierto de "mayores" de mis hijos. Se llama Revolución. Ojalá te guste y decidas quedarte por aquí. Si es así nos vemos el lunes y te llevo de viaje a Estocolmo. Buen fin de semana!
viernes, 22 de septiembre de 2017
El café de los viernes
Viernes, 22 de septiembre. 3 meses y un maravilloso y corto verano después, aquí estamos de nuevo. ¿Todos preparados? Pues vamos a ir cogiendo nuestros cafés, que buena falta nos hacen, y pongámonos cómodos.
La verdad es que hoy más que nunca necesito un café bien cargado porque esta semana ha sido intensa. Ya está. Señoras y señores, hemos finalizado el simulacro, vuelvan todos a sus puestos. El verano ya es historia, hemos sacado los chubasqueros y hasta la vuelta al cole ha dejado de ser trending topic. Ya es otoño en El Corte Inglés, aunque para el resto de los mortales empiece oficialmente hoy a las 22 horas, y en breve estaremos hasta arriba de calabazas y Halloween. Lo sé; el panorama es desolador... Claro que llevando el asunto al límite y poniéndonos en plan optimista, que es como me gusta vivir, en cuatro días volvemos a estar en agosto y hay vacaciones otra vez. Ya. Tienes razón; demasiado optimista incluso para mí.
La verdad es que hoy más que nunca necesito un café bien cargado porque esta semana ha sido intensa. Ya está. Señoras y señores, hemos finalizado el simulacro, vuelvan todos a sus puestos. El verano ya es historia, hemos sacado los chubasqueros y hasta la vuelta al cole ha dejado de ser trending topic. Ya es otoño en El Corte Inglés, aunque para el resto de los mortales empiece oficialmente hoy a las 22 horas, y en breve estaremos hasta arriba de calabazas y Halloween. Lo sé; el panorama es desolador... Claro que llevando el asunto al límite y poniéndonos en plan optimista, que es como me gusta vivir, en cuatro días volvemos a estar en agosto y hay vacaciones otra vez. Ya. Tienes razón; demasiado optimista incluso para mí.
lunes, 7 de noviembre de 2016
El café de los lunes: rumbo a Senegal
Hace un par de semanas que falto a mi cita de los viernes y no sabes cuánto lo echo de menos. Esta última temporada ha sido de mucho movimiento y no he encontrado el momento de sentarme tranquilamente para que nos tomemos un café. Así que, si aún sigues al otro lado, te invito a charlar un rato, aunque sea lunes...
Si estuviésemos tomando un café te contaría que desde hace unos días voy como pollo sin cabeza porque dentro de una semana emprendo una aventura importantísima. Me voy como cooperante a Senegal. Es un sueño que tengo desde hace años, incluso desde antes de ser médico, pero nunca encontraba el momento personal idóneo para hacerlo ni un proyecto en el que pudiera encajar. Hasta que hace un año una amiga me habló de una ONG de mi ciudad, Ecodesarrollo Gaia.
Trabajan en Coruña en la atención a inmigrantes y también en Senegal, en la localidad de Yoff, que está muy cerca de Dakar. Allí construyeron una escuela que, además de utilizarse para dar clases, sirve también de punto de reunión para toda la comunidad. Y, una vez al año, se convierte en un consultorio médico al que se desplazan sanitarios voluntarios para dar atención primaria. Se recogen medicinas y todo tipo de material médico y también ropa, fundamentalmente para niños, que proceden de donaciones de farmacias y particulares y con todo esto se monta una consulta durante dos semanas. Así que allí estaré a partir del día 12, intentando ayudar en todo lo que buenamente sepa.
No voy allí con intención de cambiar el mundo sino con ganas de aprender y de poner mi pequeño granito de arena. De momento la experiencia no puede ser más positiva: ver las montañas (y no es exageración) de medicamentos donados por mis compañeros, que desbordaron la tímida cajita con el rótulo "MEDICAMENTOS ONG SENEGAL LORENA", recoger las donaciones de tantas farmacias que han querido colaborar con nosotros y de tiendas y particulares que nos han dado muchísima ropa y calzado, enterarte de que tus amigos han hecho donaciones en la campaña de crowfounding o que otros se han organizado para comprar medicinas para que nos llevemos, todo esto me ha hecho saltar las lágrimas en varias ocasiones. Que ya me dice mi amiga Bea que, si sigo emocionándome así, no voy a poder bajarme del avión!
Hemos trabajado duro estos días recogiendo, clasificando y organizando todo el material, pero ver esas cajas llenas de tanta esperanza y saber que van a llegar directamente allí, es otro de los regalos que ya me ha dado este proyecto.
No sé cómo viviré estas dos semanas alejada de mi familia, es la primera vez que me separo tanto tiempo de mis hijos y sé que me va a costar, pero también es eso me están dando una lección. Mi marido es el principal apoyo en la enésima aventura en la que me embarco; mi familia, después de un primer momento de preocupación, porque África siempre son palabras mayores, enseguida se pusieron manos a la obra aportando medicinas e ingeniería familiar para que los niños lleven bien estas dos semanas sin mamá; y ellos, mis hijos, pues pensando sobre todo en los planes de chicos que van a organizar en mi ausencia, que como sigan así me voy a tener que coger un taxi para volver del aeropuerto!!
Espero que tú también me acompañes en este viaje, yo por mi parte voy con la intención de contarte desde el terreno cómo está resultando todo. Así que, si estás dispuesto, ponemos rumbo a Senegal!
Si estuviésemos tomando un café te contaría que desde hace unos días voy como pollo sin cabeza porque dentro de una semana emprendo una aventura importantísima. Me voy como cooperante a Senegal. Es un sueño que tengo desde hace años, incluso desde antes de ser médico, pero nunca encontraba el momento personal idóneo para hacerlo ni un proyecto en el que pudiera encajar. Hasta que hace un año una amiga me habló de una ONG de mi ciudad, Ecodesarrollo Gaia.
Trabajan en Coruña en la atención a inmigrantes y también en Senegal, en la localidad de Yoff, que está muy cerca de Dakar. Allí construyeron una escuela que, además de utilizarse para dar clases, sirve también de punto de reunión para toda la comunidad. Y, una vez al año, se convierte en un consultorio médico al que se desplazan sanitarios voluntarios para dar atención primaria. Se recogen medicinas y todo tipo de material médico y también ropa, fundamentalmente para niños, que proceden de donaciones de farmacias y particulares y con todo esto se monta una consulta durante dos semanas. Así que allí estaré a partir del día 12, intentando ayudar en todo lo que buenamente sepa.
No voy allí con intención de cambiar el mundo sino con ganas de aprender y de poner mi pequeño granito de arena. De momento la experiencia no puede ser más positiva: ver las montañas (y no es exageración) de medicamentos donados por mis compañeros, que desbordaron la tímida cajita con el rótulo "MEDICAMENTOS ONG SENEGAL LORENA", recoger las donaciones de tantas farmacias que han querido colaborar con nosotros y de tiendas y particulares que nos han dado muchísima ropa y calzado, enterarte de que tus amigos han hecho donaciones en la campaña de crowfounding o que otros se han organizado para comprar medicinas para que nos llevemos, todo esto me ha hecho saltar las lágrimas en varias ocasiones. Que ya me dice mi amiga Bea que, si sigo emocionándome así, no voy a poder bajarme del avión!
Hemos trabajado duro estos días recogiendo, clasificando y organizando todo el material, pero ver esas cajas llenas de tanta esperanza y saber que van a llegar directamente allí, es otro de los regalos que ya me ha dado este proyecto.
No sé cómo viviré estas dos semanas alejada de mi familia, es la primera vez que me separo tanto tiempo de mis hijos y sé que me va a costar, pero también es eso me están dando una lección. Mi marido es el principal apoyo en la enésima aventura en la que me embarco; mi familia, después de un primer momento de preocupación, porque África siempre son palabras mayores, enseguida se pusieron manos a la obra aportando medicinas e ingeniería familiar para que los niños lleven bien estas dos semanas sin mamá; y ellos, mis hijos, pues pensando sobre todo en los planes de chicos que van a organizar en mi ausencia, que como sigan así me voy a tener que coger un taxi para volver del aeropuerto!!
Espero que tú también me acompañes en este viaje, yo por mi parte voy con la intención de contarte desde el terreno cómo está resultando todo. Así que, si estás dispuesto, ponemos rumbo a Senegal!
viernes, 30 de septiembre de 2016
El café de los viernes: adiós septiembre
Esta semana lo comentábamos en el chat de las Lucus: septiembre nos mata. Que no voy a decir yo que no tenga su encanto pero a mí me parece que es un quiero y no puedo.
Septiembre es el mes que se quedó atrapado en el delicioso agosto, tiempo de vacaciones por excelencia y además mes de mi cumple, y octubre, que es un señor sin complejos plenamente instalado en el otoño.
viernes, 16 de septiembre de 2016
El café de los viernes: feliz rentrée
Así, como quien no quiere la cosa, el tiempo se ha puesto a correr y, de repente, casi sin darnos cuenta, nos ha colocado en septiembre. A mediados, ahí es nada. Madre mía, con lo que tardan en llegar las vacaciones, cómo es posible que se pasen tan rápido?
Después de 2 semanas de trabajo intenso y una vuelta al cole por medio, aunque ya estoy pensando en nuestra siguiente escapada, vengo con fuerzas para retomar el blog. Así que, si quieres compartirla conmigo, nos servimos un café y empezamos.
Después de 2 semanas de trabajo intenso y una vuelta al cole por medio, aunque ya estoy pensando en nuestra siguiente escapada, vengo con fuerzas para retomar el blog. Así que, si quieres compartirla conmigo, nos servimos un café y empezamos.
viernes, 29 de julio de 2016
El café de los viernes
Cuando leas esto yo estaré trabajando. "Disfrutando" de mi última guardia antes de las vacaciones. Durante el mes de agosto nos tomaremos unas vacaciones en el blog porque, como dice la madre una amiga mía, no hay que ser "carganta" así que te dejaré unas semanas de descanso para volver a la carga en septiembre. Pero antes de irme prometo la semana próxima un post con recomendaciones de libros para el verano que, después de haberte dado la brasa todo el año con la lectura, no te voy a abandonar ahora.
Si estás preparado y tienes tu café listo, empezamos!
Si estás preparado y tienes tu café listo, empezamos!
viernes, 22 de julio de 2016
El café de los viernes
Ya sé que no tengo remedio. Me había hecho muchísimos post-propósitos pero, como siga a este ritmo, no voy a cumplir ninguno. Así que he decidido empezar por favor el principio, que siempre suele dar resultado. Y, como si no escribo el café de los viernes, mis amigos me escriben preocupados por si me pasa algo, aquí estoy. Como una prueba de vida.
viernes, 3 de junio de 2016
El café de los viernes
Hoy sí que tengo listo el café. No es el café del desayuno pero después de la comida también está bien, no? Y es un café cargado de acontecimientos y cosas bonitas que me han pasado esta semana y que estoy deseando contarte.
Aunque también va a ser un café rapidito porque en unas horas cojo de nuevo la maleta para irme esta vez a Oviedo. En esta ocasión con amigas a disfrutar de un finde genial. Mañana nos vamos a Bloggever, a reencontrarnos con gente a la que hace mucho que no vemos y a disfrutar de las ponentes que seguro que lo harán genial. Así que, pídete tu café y empezamos...
viernes, 20 de mayo de 2016
El café de los viernes: hoy vengo a hablar de mi libro
Hoy, como casi cada viernes (aunque reconozco que últimamente me he saltado unos cuantos...), estoy preparada para tomarme un café contigo. Es un café muy especial porque tengo que enseñarte algo en lo que he puesto todo mi esfuerzo de estos últimos meses.
Espero que me disculpes, pero es que hoy he venido a hablar de mi libro. Pero tranquilo, de momento no he escrito nada que vaya a publicarse. El libro del que vengo a hablarte es la nueva colección de En las nubes.
Después de probar con la colección de invierno y quedarme alucinada con la respuesta que tuvo, y que casi acaba con mis fuerzas, todo hay que decirlo, vengo con toda la ilusión a enseñarte los nuevos diseños. Pero como En las nubes soy yo, y tú ya sabes que soy de venirme arriba, en esta ocasión lo lanzamos a lo grande: con vídeo de mi querida Descalza por el parque y fotazas de Denia Priegue.
Todo esto que comenzó como una broma es ahora un éxito gracias a muchas personas que creyeron en el proyecto más que yo. Así que, hoy que invado nuestro café hablándote de mi nuevo bebé, me vas a permitir que dé las gracias a todos los que están conmigo en esta locura.
Tengo que empezar, cómo no, por mi marido y mis hijos. No sólo están conmigo en todo sino que aguantan mi mal humor cuando tengo mucho que coser y poco tiempo para hacerlo. Asumen con una sonrisa que el salón de nuestra casa esté invadido por telas y bolsos y que, cuando queremos comer juntos en la mesa, tengamos que quitar montones de cosas de mi taller. Y aún encima me ayudan con los paquetes y hasta me hacen propuestas de diseño. Sí, son los mejores.
Mi hermana, la mejor del mundo mundial, que no sólo luce mis bolsos como nadie sino que hace promoción de ellos hasta en el grupo de whattsap del cole, mi mejor comercial sin duda!.
Pero todo esto no habría sido posible sin el equipazo que hay detrás: mis directoras adjuntas, que me llevan de la mano y tienen ideazas, y Miriam, que coge el relevo cuando a mí me tiemblan las manos de tanto coser. Chicas! Ahora empiezo a creer un poco que En las nubes lo peta!
Tengo dos grupos de apoyo sin los cuales ya no sabría vivir: mis Lucus y mis Cantábricas. Dan consejos sabios y de verdad, critican cuando hay que hacerlo pero, sobre todo sobre todo, creen en esto más que yo. Queridas, ya lo sabéis, pero, si no existiérais, habría que inventaros.
Y, aunque lo he dejado para el final, no son menos importantes. Nada de toda esta aventura habría sido posible sin María, Loles, Ana Belén, Arantza, Cristina, Paula, Sabela, Chus, Carmen, Jaime, Carolina, Sara, Elisa, Teté, Gloria, Vanesa, Elena, Juan...y todos aquellos que han creído que valía la pena darle al click y gastarse unos euros en un Lo en las nubes. Vosotros sois los que hacéis que mi sueño exista.
Para todos vosotros está hecho este vídeo. Un vídeo de verdad para que veáis todo el proceso que hay detrás de cada uno de mis bolsos. Espero que os guste tanto como a mí. La gran Alba Cuesta es la responsable de que haya quedado tan bien. Disfrutadlo!!
Espero que me disculpes, pero es que hoy he venido a hablar de mi libro. Pero tranquilo, de momento no he escrito nada que vaya a publicarse. El libro del que vengo a hablarte es la nueva colección de En las nubes.
Después de probar con la colección de invierno y quedarme alucinada con la respuesta que tuvo, y que casi acaba con mis fuerzas, todo hay que decirlo, vengo con toda la ilusión a enseñarte los nuevos diseños. Pero como En las nubes soy yo, y tú ya sabes que soy de venirme arriba, en esta ocasión lo lanzamos a lo grande: con vídeo de mi querida Descalza por el parque y fotazas de Denia Priegue.
Todo esto que comenzó como una broma es ahora un éxito gracias a muchas personas que creyeron en el proyecto más que yo. Así que, hoy que invado nuestro café hablándote de mi nuevo bebé, me vas a permitir que dé las gracias a todos los que están conmigo en esta locura.
Tengo que empezar, cómo no, por mi marido y mis hijos. No sólo están conmigo en todo sino que aguantan mi mal humor cuando tengo mucho que coser y poco tiempo para hacerlo. Asumen con una sonrisa que el salón de nuestra casa esté invadido por telas y bolsos y que, cuando queremos comer juntos en la mesa, tengamos que quitar montones de cosas de mi taller. Y aún encima me ayudan con los paquetes y hasta me hacen propuestas de diseño. Sí, son los mejores.
Mi hermana, la mejor del mundo mundial, que no sólo luce mis bolsos como nadie sino que hace promoción de ellos hasta en el grupo de whattsap del cole, mi mejor comercial sin duda!.
Pero todo esto no habría sido posible sin el equipazo que hay detrás: mis directoras adjuntas, que me llevan de la mano y tienen ideazas, y Miriam, que coge el relevo cuando a mí me tiemblan las manos de tanto coser. Chicas! Ahora empiezo a creer un poco que En las nubes lo peta!
Tengo dos grupos de apoyo sin los cuales ya no sabría vivir: mis Lucus y mis Cantábricas. Dan consejos sabios y de verdad, critican cuando hay que hacerlo pero, sobre todo sobre todo, creen en esto más que yo. Queridas, ya lo sabéis, pero, si no existiérais, habría que inventaros.
Y, aunque lo he dejado para el final, no son menos importantes. Nada de toda esta aventura habría sido posible sin María, Loles, Ana Belén, Arantza, Cristina, Paula, Sabela, Chus, Carmen, Jaime, Carolina, Sara, Elisa, Teté, Gloria, Vanesa, Elena, Juan...y todos aquellos que han creído que valía la pena darle al click y gastarse unos euros en un Lo en las nubes. Vosotros sois los que hacéis que mi sueño exista.
Para todos vosotros está hecho este vídeo. Un vídeo de verdad para que veáis todo el proceso que hay detrás de cada uno de mis bolsos. Espero que os guste tanto como a mí. La gran Alba Cuesta es la responsable de que haya quedado tan bien. Disfrutadlo!!
sábado, 30 de abril de 2016
El café de los viernes
A veces las cosas no salen como uno quiere. A veces uno intenta escribir un post para el viernes pero la realidad se echa encima y el viernes acaba llegando el domingo.
Pero como aquí se trata de compartir na charla y un café, seguro que no te importa que lo hagamos hoy. Yo ya me he preparado el mío. Empezamos?
Si estuviésemos tomando un café tendría que empezar sin duda por contarte mi aventura literaria del hace una semana.La verdad es que aún me sigue alucinando que alguien tuviera interés por escuchar mis opiniones literarias así que estoy más que agradecida a La librairie por haberme dado la oportunidad. Lo que iba a ser una charla a dos con mi Quintano acabó convirtiéndose en una conferencia mía por obra y gracia de los retrasos de Renfe. Menos mal que no lo sabía de antemano porque si no me hubiera muerto de miedo así que, finalmente, pude salir del paso. Todo gracias a la gente que me acompañaba y a Lola, la librera de La librairie, que es una una enciclopedia andante y un encanto de persona, y a Susana, que me hizo sentir muy tranquila sentándose a mi lado.
Pero lo mejor de Madrid fue María, que hizo de chófer, de escudera y de amiga perfecta llevándome y trayéndome y acompañándome en todo momento. Y, como a veces los astros se alinean, resulta que tuve la suerte de que ese mismo día Silvia organizaba una de sus Cenas Adivina. Aunque creo que tengo fobia social (mis amigas se ríen cuando lo digo pero yo creo que es así) la verdad es que era un planazo y no me pude resistir. Así que vencí toda mi vergüenza, que aunque no lo parezca tengo y mucha, y allí me planté. He de reconocer que ir de la mano de María y Quintano fue clave para que me atreviera.
El tema de la cena, la organización, no podía estar mejor seleccionado. La experta de la noche, María Galou, tienen una empresa que se llama Organización del orden y que, por increíble que te parezca ( a mí me lo parecía antes de conocerla) se gana la vida ordenando las vidas ajenas. Te ayuda con mudanzas, ordenando tu casa y, lo que es más importante, enseñándote cómo no volver a desordenar. Pero lo más alucinante de María es la pasión que pone en su trabajo y ver cómo le brillan los ojos cuando habla de él.
Confieso que tenía mucha curiosidad por conocer a Silvia. Después de haber oído hablar tanto y tan bien de sus cenas, quería ver en directo qué es lo que las hacía tan especiales. Y cuando Silvia abrió la puerta lo entendí. Silvia es la anfitriona perfecta. Desde el momento en el que abre la puerta te hace sentir como en tu casa. Modera la reunión y está atenta a todos los detalles. Está claro que se le da bien eso de recibir en casa y por fin entendí el éxito de su idea.
El resto del fin de semana en Madrid lo dedicamos a la familia. Como nos quedamos a dormir en casa de mi prima, el sábado salimos a pasear por el Retiro y, por supuesto, nos llevamos un balón para jugar un partido de fútbol (en fin...). Por la tarde se puso a llover pero no nos importó demasiado porque teníamos entradas para la exposición Realistas de Madrid del Thyssen. Está hasta el 22 de Mayo y sólo puedo decirte que no te la pierdas.
Nos quedamos paseando por el museo hasta el cierre y luego ya nos fuimos a casa; eso sí, por el camino Anxo perdió su aparato dental y, pese a que lo buscamos hasta en una papelera, no apareció. Así que el viajecito al final nos salió bastante caro. En fin! Pensemos que un accidente lo tiene cualquiera, no?
Esta semana, además de trabajar bastante en el hospital, tuve la sesión de fotos de la colección de verano de mis bolsos. Con Alba como modelo (modelazo diría yo) y la genial Denia como fotógrafa, nos quedó una sesión chulísima. La localización fue una nave industrial abandonada que parecía un escenario de una peli de miedo pero las fotos salieron genial así que espero enseñártelas muy pronto.
Bueno, voy a ir terminando porque hoy, como media España, tenemos comida familiar y aún hay mucho que recoger. Feliz día de trabajo y felicidades a todas las madres.
Pero como aquí se trata de compartir na charla y un café, seguro que no te importa que lo hagamos hoy. Yo ya me he preparado el mío. Empezamos?
Si estuviésemos tomando un café tendría que empezar sin duda por contarte mi aventura literaria del hace una semana.La verdad es que aún me sigue alucinando que alguien tuviera interés por escuchar mis opiniones literarias así que estoy más que agradecida a La librairie por haberme dado la oportunidad. Lo que iba a ser una charla a dos con mi Quintano acabó convirtiéndose en una conferencia mía por obra y gracia de los retrasos de Renfe. Menos mal que no lo sabía de antemano porque si no me hubiera muerto de miedo así que, finalmente, pude salir del paso. Todo gracias a la gente que me acompañaba y a Lola, la librera de La librairie, que es una una enciclopedia andante y un encanto de persona, y a Susana, que me hizo sentir muy tranquila sentándose a mi lado.
Pero lo mejor de Madrid fue María, que hizo de chófer, de escudera y de amiga perfecta llevándome y trayéndome y acompañándome en todo momento. Y, como a veces los astros se alinean, resulta que tuve la suerte de que ese mismo día Silvia organizaba una de sus Cenas Adivina. Aunque creo que tengo fobia social (mis amigas se ríen cuando lo digo pero yo creo que es así) la verdad es que era un planazo y no me pude resistir. Así que vencí toda mi vergüenza, que aunque no lo parezca tengo y mucha, y allí me planté. He de reconocer que ir de la mano de María y Quintano fue clave para que me atreviera.
El tema de la cena, la organización, no podía estar mejor seleccionado. La experta de la noche, María Galou, tienen una empresa que se llama Organización del orden y que, por increíble que te parezca ( a mí me lo parecía antes de conocerla) se gana la vida ordenando las vidas ajenas. Te ayuda con mudanzas, ordenando tu casa y, lo que es más importante, enseñándote cómo no volver a desordenar. Pero lo más alucinante de María es la pasión que pone en su trabajo y ver cómo le brillan los ojos cuando habla de él.
Confieso que tenía mucha curiosidad por conocer a Silvia. Después de haber oído hablar tanto y tan bien de sus cenas, quería ver en directo qué es lo que las hacía tan especiales. Y cuando Silvia abrió la puerta lo entendí. Silvia es la anfitriona perfecta. Desde el momento en el que abre la puerta te hace sentir como en tu casa. Modera la reunión y está atenta a todos los detalles. Está claro que se le da bien eso de recibir en casa y por fin entendí el éxito de su idea.
El resto del fin de semana en Madrid lo dedicamos a la familia. Como nos quedamos a dormir en casa de mi prima, el sábado salimos a pasear por el Retiro y, por supuesto, nos llevamos un balón para jugar un partido de fútbol (en fin...). Por la tarde se puso a llover pero no nos importó demasiado porque teníamos entradas para la exposición Realistas de Madrid del Thyssen. Está hasta el 22 de Mayo y sólo puedo decirte que no te la pierdas.
Nos quedamos paseando por el museo hasta el cierre y luego ya nos fuimos a casa; eso sí, por el camino Anxo perdió su aparato dental y, pese a que lo buscamos hasta en una papelera, no apareció. Así que el viajecito al final nos salió bastante caro. En fin! Pensemos que un accidente lo tiene cualquiera, no?
Esta semana, además de trabajar bastante en el hospital, tuve la sesión de fotos de la colección de verano de mis bolsos. Con Alba como modelo (modelazo diría yo) y la genial Denia como fotógrafa, nos quedó una sesión chulísima. La localización fue una nave industrial abandonada que parecía un escenario de una peli de miedo pero las fotos salieron genial así que espero enseñártelas muy pronto.
Bueno, voy a ir terminando porque hoy, como media España, tenemos comida familiar y aún hay mucho que recoger. Feliz día de trabajo y felicidades a todas las madres.
viernes, 22 de abril de 2016
El café de los viernes: lo que me quita el sueño
La verdad es que se me ha ido pasando el tiempo y yo sin pasarme por aquí. La verdad es que tenía mono de un café contigo, que ya hace que no charlamos y nos ponemos al día.
Vamos a ponernos cómodos y a pedirnos un cafetito que tengo mucho que contarte...
Vamos a ponernos cómodos y a pedirnos un cafetito que tengo mucho que contarte...
viernes, 18 de marzo de 2016
El café de los viernes
El café de hoy quería habérmelo tomado ya el viernes pasado pero la verdad es que no sabía por dónde empezar. Me pasa siempre que escribo algo muy personal, me quedo agotada y tardan en volver a salirme las palabras. Pero eso es muy injusto para ti y no podía dejar pasar un día más sin darte las gracias.
Así que si estás preparado, pide tu café o lo que te apetezca porque hoy invito yo. Empezamos?
Así que si estás preparado, pide tu café o lo que te apetezca porque hoy invito yo. Empezamos?
viernes, 26 de febrero de 2016
El café de los viernes
La semana pasada no pude tomarme el café contigo. La verdad es que no pude tomármelo con nadie porque tenía un trancazo del quince y es que, un minuto después de presumir de sistema inmune con una amiga, los virus decidieron hacer acto de presencia. Por si aún tenías dudas, como decía una telenovela que me tragué con mi abuela durante un largo verano de EGB, Los ricos también lloran...(léase Los médicos también enferman).
Pero una semana después, aunque sigo teniendo una tos de perros (que ya me dice mi madre que tengo que tomarme algo, que esta tos no es normal...), me encuentro estupendamente y con muchas ganas de compartir contigo nuestro café. Lo tienes listo? Pues venga que empezamos...
Pero una semana después, aunque sigo teniendo una tos de perros (que ya me dice mi madre que tengo que tomarme algo, que esta tos no es normal...), me encuentro estupendamente y con muchas ganas de compartir contigo nuestro café. Lo tienes listo? Pues venga que empezamos...
viernes, 5 de febrero de 2016
El café de los viernes o cómo dejarse a un hijo olvidado
Por fin es viernes! Aunque ayer hubo post, no pensarías que me iba a olvidar de nuestro café, verdad? Aunque es un viernes un poco descafeinado para mí porque me toca trabajar, y mucho, este fin de semana, no puedo resistirme a un rato de charla contigo.
Estás listo? Cafés preparados? Pues empezamos...
Estás listo? Cafés preparados? Pues empezamos...
viernes, 29 de enero de 2016
El café de los viernes: empezamos 2016
No es que me haya vuelto loca; sé perfectamente que 2016 empezó hace casi un mes pero las semanas han ido pasando sin que yo me hubiese decidido a sentarme un ratito contigo para compartir nuestro café.
Pero creo que ya ha llegado el momento de retomar las buenas costumbres y por eso estoy aquí, preparada para que nos tomemos El café de los viernes.
Pero creo que ya ha llegado el momento de retomar las buenas costumbres y por eso estoy aquí, preparada para que nos tomemos El café de los viernes.
viernes, 27 de noviembre de 2015
El café de los viernes: me gusta el fútbol.
Ya lo sé, he despotricado del fútbol todo y más. Me has oído quejarme de padres, de entrenadores, de equipos, de jugadores...y hoy vengo a contarte que me gusta el fútbol. Lee el post atentamente porque después lo negaré todo. Es más, supongo que tendré que deshacerme de ti porque ya sabes mi secreto...
Una revelación como ésta, de semejante magnitud, necesita un café. Bueno, en realidad necesitaría un gintonic, pero como no son horas vamos a conformarnos con el cafetín.
Ya te he contado en otras ocasiones lo mucho que yoodio odiaba el fútbol. Es un deporte que no me gusta nada, no disfruto viéndolo y me rechinan todas las cosas malas que hay a su alrededor. Porque Ronaldo y compañía han hecho mucho daño...
Pero claro, después de unos meses ejerciendo de madre de futbolista, he empezado a ver las cosas de otra manera. Contra todo pronóstico, el fútbol ha traído muchas cosas buenas a esta casa. Ojo, que no pierdo de vista a esos padres energúmenos ni a esos clubes competitivos desde los 5 años, pero soy capaz de quedarme con lo bueno.
Ayer por la tarde Anxo tuvo entrenamiento. Mientras esperaba en la grada se acercó a hablar con los padres uno de los directivos del club. Quería entregarnos una documentación de los niños pero nos dio tiempo a charlar un rato. Pasaba de los cincuenta y nos contó que era camionero. Acababa de llegar de Valladolid y hoy salía de nuevo hacia Barcelona. Y, en su tiempo de descanso, se dedicó a tareas del club y, por supuesto, a ver jugar un rato a los chavales.
El fútbol modesto se basa en la generosidad de las personas, de entrenadores y directivos que regalan su tiempo libre a niños que, como Anxo, adoran el fútbol y sueñan con llegar a ser profesionales. Tardes de invierno de frío y lluvia y fines de semana durante todo el año que no se pagan con las cuotas que aportamos los padres.
Gracias al fútbol mi hijo tiene un nuevo grupo de amigos y ha pasado de ser un niño tímido que pasaba el balón en cuanto lo tocaba a salir al campo dispuesto a comerse el mundo y, sobre todo, a celebrar los éxitos del equipo con todo el grupo. Gracias al fútbol yo me pego unos buenos paseos dos días a la semana y tengo tiempo para leer, calcetar y charlar con mi amiga Beby con la que comparto una de las tardes de entrenamiento.
Así que ahora, cuando piense en fútbol, intentaré obviar al señor Ronaldo y compañía y me quedaré con las personas como Javi, el entrenador de Anxo, que regala su tiempo a nuestros hijos. Olvidaré a los padres que gritan al árbitro o al equipo contrario y pensaré en Anxo y sus amigos abrazados como una piña.
Y conste en acta que sigue sin gustarme un pelo este deporte pero hay que reconocerle sus méritos...¿Me estaré volviendo loca? Por favor, dime que a ti te pasa algo parecido...
Una revelación como ésta, de semejante magnitud, necesita un café. Bueno, en realidad necesitaría un gintonic, pero como no son horas vamos a conformarnos con el cafetín.
Ya te he contado en otras ocasiones lo mucho que yo
Pero claro, después de unos meses ejerciendo de madre de futbolista, he empezado a ver las cosas de otra manera. Contra todo pronóstico, el fútbol ha traído muchas cosas buenas a esta casa. Ojo, que no pierdo de vista a esos padres energúmenos ni a esos clubes competitivos desde los 5 años, pero soy capaz de quedarme con lo bueno.
Ayer por la tarde Anxo tuvo entrenamiento. Mientras esperaba en la grada se acercó a hablar con los padres uno de los directivos del club. Quería entregarnos una documentación de los niños pero nos dio tiempo a charlar un rato. Pasaba de los cincuenta y nos contó que era camionero. Acababa de llegar de Valladolid y hoy salía de nuevo hacia Barcelona. Y, en su tiempo de descanso, se dedicó a tareas del club y, por supuesto, a ver jugar un rato a los chavales.
El fútbol modesto se basa en la generosidad de las personas, de entrenadores y directivos que regalan su tiempo libre a niños que, como Anxo, adoran el fútbol y sueñan con llegar a ser profesionales. Tardes de invierno de frío y lluvia y fines de semana durante todo el año que no se pagan con las cuotas que aportamos los padres.
Gracias al fútbol mi hijo tiene un nuevo grupo de amigos y ha pasado de ser un niño tímido que pasaba el balón en cuanto lo tocaba a salir al campo dispuesto a comerse el mundo y, sobre todo, a celebrar los éxitos del equipo con todo el grupo. Gracias al fútbol yo me pego unos buenos paseos dos días a la semana y tengo tiempo para leer, calcetar y charlar con mi amiga Beby con la que comparto una de las tardes de entrenamiento.
Así que ahora, cuando piense en fútbol, intentaré obviar al señor Ronaldo y compañía y me quedaré con las personas como Javi, el entrenador de Anxo, que regala su tiempo a nuestros hijos. Olvidaré a los padres que gritan al árbitro o al equipo contrario y pensaré en Anxo y sus amigos abrazados como una piña.
Y conste en acta que sigue sin gustarme un pelo este deporte pero hay que reconocerle sus méritos...¿Me estaré volviendo loca? Por favor, dime que a ti te pasa algo parecido...
viernes, 20 de noviembre de 2015
El café de los viernes: café-protesta
Hace una semana estaba muy enfadada, muchísimo. El motivo de mi enfado era la situación de la sanidad pública española y entonces se me ocurrió que podía empezar los cafés-protesta. Pensé que después de los cafés de los viernes y de lado skype-cafés, que tantas alegrías me dan, era el momento de evolucionar y mostraros mi lado oscuro. La cara protestona de Lo en las nubes.
Pero mi vida real se impuso a mi vida blogger y no tuve tiempo para escribir el post que había pensado. Sin embargo, este fin de semana han ocurrido cosas en el mundo que me han animado a continuar con mi plan inicial. Así que, si quieres acompañarme, nos cogemos nuestros cafés y empezamos EL CAFÉ PROTESTA.
viernes, 6 de noviembre de 2015
El café de los viernes
Nunca he tenido una especial pasión por los viernes, supongo que influido porque, cuando uno tiene trabajo el fin de semana, desconfía un poco de los viernes que en ocasiones esconden guardia el sábado o el domingo.
Pero desde que tengo esta cita semanal contigo reconozco que me encanta que llegue este día porque, tenga o no que trabajar, al menos paso un rato agradable comentando cómo nos fue esta semana. Así que si tienes un momento, nos sentamos y disfrutamos de nuestro café.